Primera edición: octubre de 2024
Colección: bastardilla
Género: ensayo
ISBN: 978-84-17496-95-1
PVP: 15,9 €
Formato: 11 x 17 cm. | rústica
Páginas: 180
Entre luces estroboscópicas, delante de un gran set de altavoces, el sonido de los bajos emana de mi piel. Hay vibraciones que soy incapaz de escuchar que mueven mi vello y forman una especie de aura extraña que me recubre el cuerpo. Me pregunto cuál será su color, su capacidad protectora; hasta dónde llegará esta vez, cuánto tiempo me durarán sus efectos analgésicos. Me gusta bailar cerrando los ojos porque imagino que todo lo que toco forma parte de mí. Sé que mi consciencia y las consciencias de los demás experimentan un despertar deleuziano aquí dentro. Nos hemos convertido todas en pequeñas intensidades que no cesan su contacto, que componen un todo, que en sus repeticiones crean diferencias. Siento que aquí soy bienvenida, porque sin mí no habría fiesta —al menos eso me dicen mis brazos, mis manos, mis pies—. La ceguera temporal que provocan los destellos de las luces es, en mis párpados, una especie de dibujo condenado a desaparecer. También ellos construyen la experiencia estética que vivo aquí dentro, me dejan rendida frente a todo ese poder que la máquina tiene sobre mí. En realidad, prefiero que sea ella la que me gobierne, con sus ritmos ahistóricos, su flujo de intensidades y posibilidades. Cuando no veo lo que hacen los demás, siento que mis movimientos, de lado a lado, de arriba abajo, son los mismos movimientos que hacen mis amigas, mi novio, las desconocidas. El aire que respiramos está caliente. Lo prefiero caliente. Me gusta especialmente bailar y pensar que yo existo como una especie de conciencia etérea, amorosa, afectiva, eterna. Hasta que acabe la noche, duraré eternamente. Hasta que las luces se enciendan, algo mío vivirá en la pista de baile para siempre. Mientras siga aquí dentro, soy una manada de animales en proceso de construir un futuro más amoroso, más aceptable, más diverso. No tengo cuerpo, soy un beat, un deseo, un rizoma.